Reflexión personal tras una entrevista de trabajo.

Un buen amigo me llama por teléfono para comentarme qué tal le había ido una entrevista de trabajo, que hemos estado trabajando hace unos días. Le pregunto qué sensación tenía, cómo era el entrevistador, dónde realizó la entrevista, cómo iba vestido el entrevistador, qué le habían preguntado, qué le habían explicado, qué había preguntado él, cuáles eran las funciones del puesto, cuáles eran las retribuciones, cuál es la jornada, dónde esta el centro de trabajo, qué viabilidad tenía el puesto, qué posibilidades de promoción, sí era un puesto de nueva creación, y de repente, me corta mi amigo y me dice:" oye perdona, que tantas cosas no me han dicho", y entonces le dije" amigo, me da mala sensación". Curiosamente, días después un conocido me comenta haber asistido al mismo proceso de selección, y por el contrario esta persona, sí sabía más aspectos del puesto de trabajo. A los pocos días mi sospecha se verificó. La empresa había con- tratado a esta segunda persona. Como conclusión destaco, que en un proceso de selección es importante dar información, pero es también igual de importante recibir información. El entrevistador en ese momento, cuando ve al candidato idóneo, hace lo posible por mantenerlo interesado, y qué mejor qué explicar las condiciones del puesto.